Hoy luego de muchos meses desaparecida de este medio quiero publicar de nuevo, es un relato corto basado en la canción Jueves de LODV es algo corto espero les guste.

Ella se miraba en el reflejo del cristal del metro, cada mañana lo hacía, sabía bien lo que veía una chica común su cabello oscuro lacio y sus ojos marrones, nada especial, rasgos distintivos de su procedencia española, ella suspiro y miro al lado contrario del vagón, él estaba allí como cada mañana es un chico cualquiera pero ella sabe que es el indicado, esta sentado ausente del mundo mirando por el cristal, tal vez aburrido o tan solo con algo de sueño, ella no lo sabría, cada día era igual, tan solo lo miraba deseando ser algo más, tan solo poder levantarse caminar hacia él y preguntarle su nombre, tal vez poder conversar durante el trayecto.

Él como cada mañana subía al metro un nuevo día aburrido como el anterior y aburrido como el siguiente, esta vez cambia de asiento, se sienta frente a una chica pero por el momento no presta más atención, él suspira mirando por la ventana deseando llegar a su destino, peor lo que él ni se imagina es que esa chica se ha vestido hoy con su falda más bonita, un movimiento hace que separe sus ojos del cristal y entonces la ve, ya no es solo la chica frente a él, ahora es la chica más bonita sentada frente a él, es un segundo, él suspira pero aparta su mirada, apenado, confundido o simplemente no deseando que ella vea como el color se arremolina en sus mejillas.

Ella suspira al tiempo, le ha robado el aire, pero a su vez intenta recobrar el aliento se siente pequeña y no puede evitar echarse a temblar como una colegiala, pronto acaba el viaje ambos saben que ese día ha sido diferente pero sin mirarse bajan cada uno en su parada recordando durante el día a ese desconocido o desconocida, sea el caso, que le ha robado el aliento.

Los días, las semanas pasan, ese par de chicos se encuentran cada mañana en el mismo tren, mismo vagón uno frente a otro no se atreven a hablar, sus miradas dicen todo o puede que nada, nadie lo podrá saber nunca, su silencio esconde promesas pensamientos sentimientos que no se confesaran aún, pero cada día es una bella rutina para nuestros desconocidos.

Un día cualquiera nadie lo espera sus miradas se encuentran una vez más, sus ojos se cruzan, ella se siente pequeñita una vez más, ese bello chico la ha dejado sin qué decir, ella agacha su mirada, pero ese día todo cambia, ella toma un profundo respiro, pronuncia su nombre, entre un tartamudeo y un grito ahogado, sus mejillas enrojecen su pulso se acelera y esconde su cara pensando en que ha sido una tonta, lo que ella no ve es como él se acerca, el tiempo se detiene para estos dos enamorados, aunque no se conocen pero él confiesa su amor, confiesa que cada día la echa de menos, que espera ese tren deja pasar el directo solo por ella, para poder verla, apreciar su belleza en silencio, como sus ojos se pierden mientras mil pensamientos recorren su mente, puede que haya pasado una eternidad o solo un par de minutos mientras estos dos enamorados se reconocen es imposible ya decirlo.

Ellos lo saben, ya casi llegan, ese día todo ha cambiado, ese jueves hará que sus vidas cambien, ellos toman sus manos en una promesa muda, entran al túnel las luces se apagan todo pasa rápidamente, ella busca su rostro a tientas, todo esta oscuro, el caos de sus corazones reina pero se toma el tiempo para grabar cada una de las líneas de su rostro a fuego en su memoria, sus labios lentamente se buscan, una tierna caricia, un beso cargado de amor, de promesas sin cumplir, de sueños frustrados, uno cerca al otro, tan cerca que sus alientos se mezclan confiesan su amor una vez más en ese momento todo ha acabado y ella le ha regalado el último soplo de su corazón a ese silencioso muchacho que cada día aborda el mismo tren y del que se enamoro con solo ver a los ojos.

Él la abraza cierra sus ojos y lanza una suave plegaria al cielo, esconde su cabeza en el suave cuello de ella siente cómo su vida se va en un solo soplo, todo es rápido todo a acabado y ese once de marzo todo ha acabado, estos dos enamorados han abrazado sus cuerpos y sus vidas han acabado en un latido.